El uso del tamiz es muy útil para no dejar pasar cuerpos extraños (papeles, colillas, chicles, etc.) los cuales se arrojan indebidamente a los urinarios, también evita de forma fácil y económica la obstrucción de cañerías y sus averías.

El tamiz tiene agentes neutralizadores y aromatizantes activos que se inyectan en los procesos de fabricación, que desprende una agradable fragancia al contacto con el agua o la orina, y absorbe los malos olores propios de los urinarios de pared, y funciona como complemento perfecto a otras propuestas de ambientación.