La fiebre hemorrágica de Crimea-Congo (CCHF por sus siglas en inglés) muy presente en España.
La historia tiene que ver con una enfermedad emergente, la fiebre hemorrágica de Crimea-Congo (CCHF por sus siglas en inglés). Se trata de la descripción del primer caso conocido hasta ahora de esta enfermedad en España, y lo hemos descubierto gracias a Twitter.
La fiebre hemorrágica de Crimea-Congo, causada por un virus (CCHFV) que se transmite por garrapatas, produjo el año pasado tres casos en España, todos en la provincia de Salamanca. No eran los primeros: hubo dos más en 2018 y otros dos en 2016.
El mes pasado se produjo un caso más, también ingresado en un hospital de Salamanca. Es una enfermedad muy grave que causa la muerte en un apreciable porcentaje de casos. De los ocho casos citados tres fallecieron: el primero en 2016, otro en 2018 y un tercero en 2020.
Los dos de 2016 se consideraban los primeros casos de esta enfermedad en España. El primero de ellos era un hombre de 62 años, quien presumiblemente fue infectado a través de la picadura de una garrapata durante un paseo por el monte en el sur de Ávila. Fue ingresado en un hospital en Madrid donde falleció, pero contagió a una enfermera que le cuidó, quien sufrió la enfermedad pero, afortunadamente, consiguió superarla. En 2018 se produjo un caso mortal en Badajoz, relacionado con actividades cinegéticas.
La presencia de este virus en España es conocida desde 2010. Ese año se encontraron garrapatas infectadas que parasitaban ciervos en una finca de caza de la provincia de Cáceres, muy cercana a la frontera con Portugal. Estudios posteriores han localizado las zonas de circulación del virus en algunas comarcas del centro y sur de la península, tal y como se puede ver en el siguiente mapa, donde también se señalan los lugares donde se produjeron casos humanos.
Hay que decir que esta enfermedad, que es endémica en ciertas zonas de África subsahariana y Asia central, está en expansión en el este de Europa. España es el único país de Europa occidental que ha declarado casos de esta enfermedad por ahora.
Para ello hay que prepararse, ejercer una vigilancia efectiva y promover el control de esta enfermedad, para la que no hay vacuna ni tratamiento específico.