Medidas preventivas para evitar la infección de Legionella

La legionella es una bacteria con forma de bacilo que vive en aguas estancadas a una temperatura de más de 35ºC y con una mayor posibilidad de crecimiento si existe materia orgánica en su hábitat. Existen un total de 38 especies de esta bacteria y algunas de ellas pueden infectar a seres humanos.

La infección por legionella se llama legionelosis y puede provocar una enfermedad leve denominada fiebre de Pontiac, que aunque provoque algo de fiebre, no afecta a los pulmones. Pero también puede provocar una enfermedad de mayor gravedad como una neumonía atípica llamada enfermedad del legionario cuyos síntomas son: diarreas, dificulta para respirar y dolores musculares.

Fuentes de infección

  • Esta bacteria se encuentra de forma natural en espacios húmedos y acuáticos como en lagos y arroyos. Pero también pueden propagarse por sistemas de agua artificiales:
  • Baños: lavamanos, bañeras y la alcachofa de la ducha.
  • Torres de enfriamiento de edificios e industrias.
  • Fuentes de agua y otros elementos decorativos acuáticos.
  • Calentadores de agua.
  • Sistemas de tuberías.

Propagación

Mediante inhalación de gotas lo suficientemente pequeñas como para que entren en las vías respiratorias donde las bacterias de la legionella ya se hayan propagado. Las personas con dificultades para tragar o bien cualquier persona de forma accidental puede aspirar agua potable que contiene dicha bacteria.

Riesgo

  • La gente sana expuesta a la legionella no suele enfermar, pero existe mayor riesgo en personas que:
  • Tienen más de 50 años.
  • Sean fumadoras o exfumadoras.
  • Tengan enfermedades pulmonares crónicas.
  • Posean un sistema inmunitario debilitado.
  • Sufran algún cáncer o sean personas inmunodepresivas.
  • Tengan otras enfermedades como diabetes, insuficiencia renal o hepática.

Medidas preventivas

  • En depósitos y tanques de reserva de agua para consumo humano es recomendable tener un sistema de tratamiento y de mantenimiento que incluya una protección contra el calor excesivo, un sistema de renovación y purga de agua y limpiar y desinfectar una vez al año, al menos.
  • En depósitos de agua caliente centralizada se recomienda un programa de mantenimiento con una empresa especializada para la limpieza y los tratamientos.
  • En las calderas de las viviendas es necesario poner la temperatura por encima de los 60ºC de forma constante.
  • En grifos y duchas se recomienda evitar filtros no necesarios, usar difusores de gota gruesa en las duchas, abrir los grifos que hayan tenido poco uso (durante 5 minutos) antes de su consumo y una vez al año limpiar difusores y filtros con los productos adecuados.

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