La Asociación de Empresas de Control de Plagas de Catalunya (ADEPAP) ha alertado recientemente de la posible llegada a varias zonas de España de una nueva especie invasora de mosquito, el Aedes japonicus, que proviene de Japón, Corea, el sur de China y Rusia.
Su presencia se ha extendido sobre todo por el comercio de neumáticos usados, aclaran, y es un vector de virus infecciosos que pueden provocar graves enfermedades como el Dengue, el Chikungunya y, especialmente, el virus del Nilo Occidental.
En este sentido, las autoridades sanitarias de Andalucía están investigando la aparición de nuevos casos de meningoencefalitis, una enfermedad grave que provoca la inflamación de las meninges y del cerebro. Concretamente, el Ayuntamiento de Coria del Río ha publicado un comunicado a través de las redes sociales en el que informa de la detección de varios casos de esta enfermedad, que puede ser provocada por el virus del Nilo Occidental. De hecho, hay cinco personas en la UCI y otros 11 hospitalizados.
¿Qué es el virus del Nilo Occidental?
El virus del Nilo Occidental pertenece al género flavivirus y al complejo antigénico de la encefalitis japonesa, familia Flaviviridae, y es capaz de causar una enfermedad mortal del sistema nervioso, tal y como indica la Organización Mundial de la Salud (OMS).
El periodo de incubación suele durar entre tres y 14 días y la infección se transmite tras la picadura de mosquitos infectados. En la mayoría de casos (80%) es asintomática. No obstante, aproximadamente un 20% de las personas afectadas puede desarrollar la conocida fiebre del Nilo Occidental y menos del 1% una afección más grave, “como la encefalitis o meningitis del Nilo Occidental o poliomielitis del Nilo Occidental”.
Los síntomas principales de la fiebre del Nilo Occidental son dolor de cabeza, vómitos, fiebre, inflamación de los ganglios linfáticos, aparición de erupciones cutáneas o cansancio. No obstante, si se trata de una encefalitis o meningitis los signos de alarma son “dolores de cabeza, fiebre elevada, rigidez de nuca, estupor, desorientación, coma, temblores, convulsiones, debilidad muscular y parálisis”, detalla la OMS.
¿Qué afecciones más graves puede provocar?
El virus puede provocar una infección neurológica grave, como la meningoencefalitis, en aproximadamente una de cada 150 personas infectadas. Esta enfermedad se manifiesta cuando existe una inflamación del cerebro y de las meninges, esto es, del tejido que rodea el cerebro y la médula espinal.
Aunque esta afección grave puede presentarse en personas de cualquier edad, los mayores de 60 años tienen un riesgo más elevado de cursar una afección grave, así como pacientes con otras patologías como cáncer, enfermedad renal, diabetes o hipertensión.
La recuperación puede durar semanas o meses y “algunos de los efectos neurológicos pueden ser permanentes. Cerca del 10% de las personas que presenten infección neurológica debido al virus del Nilo Occidental mueren”, destacan desde los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos.
No existe vacuna, ni un tratamiento antiviral específico para esta infección. “Se pueden usar analgésicos sin receta para reducir la fiebre y aliviar algunos síntomas”, añaden desde los CDC. En los casos más graves, “generalmente se tienen que hospitalizar a los pacientes para que reciban tratamiento sintomático, como líquidos por vía intravenosa, medicamentos para el dolor y cuidados de enfermería”, concluyen.