Así se evitan los incendios en casa.
Los profesionales de la Prevención Contra Incendios reclaman una legislación más exigente con las medidas de protección contra el fuego para evitar más muertes.
En España es competencia de las Comunidades Autónomas legislar en medidas de Seguridad Contra Incendios : en Aragón, Decreto 80/2015. En Baleares, Ley 8/12 y Decreto 13/2011. En Canarias, Decreto 113/2015. En Cantabria, Decreto 19/2014. En Cataluña, Decreto 159/2012. En Madrid, Decreto 79/2014, o la más reciente Ley 13/2016, de 28 de julio, de Turismo, del País Vasco.
El 78% de los incendios que se registran al año en España ocurren en viviendas, según un informe elaborado por UNESPA, la patronal del sector asegurador que se ha dado a conocer esta semana. La industria aseguradora abona 500 millones de euros al año en concepto de indemnización por los daños causados por el fuego. En el caso de los siniestros en domicilios particulares la compensación media es de 2.930 euros, mientras que en los incendios en las industrias superan los 42.000 euros. En las viviendas la cobertura contra el fuego está incluida en el seguro del hogar y en el de la comunidad de propietarios para las zonas comunes.
El cobro del seguro siempre es un gran alivio después de los daños que causan las llamas, aunque resulta mucho más rentable hacer todo lo posible por evitar el incendio. En este sentido, los expertos en prevención de la asociación CEPREVEN recomiendan una serie de sencillas medidas de eficacia comprobada para proteger nuestro hogar de los peligros del fuego:
Cuidado con los enchufes
Hemos de evitar sobrecargar los enchufes, ya que pueden provocar un cortocircuito.
Vigile con los cargadores
Cada vez tenemos más dispositivos electrónicos que debemos conectar a la corriente para recargar las baterías. No es difícil confundirnos y utilizar el cargador equivocado. Más allá de que la carga no será correcta, esta equivocación también incrementa el riesgo de que se produzca un cortocircuito.
Atención a donde deja sus dispositivos
Ni encima de la cama ni tampoco en sofá son los lugares más indicados para dejar nuestros dispositivos mientras los estamos cargando si queremos evitar un incendio.
Calor igual a peligro
Cuidado con aproximar estufas, lámparas y otras fuentes de calor a materiales que pueden arder con rapidez como las cortinas o los muebles.
No se despiste en la cocina
Si tenemos ollas, cazuelas o sartenes en el fuego no podemos despistarnos ni un momento. Las estadísticas revelan que la cocina es el lugar en el que se originan más incendios en las viviendas particulares.
La grasa arde
La campana extractora es un foco potencia de incendio si está sucia, ya que acumula restos de grasa que son muy inflamables. Hemos de procurar que este electrodoméstico este limpia.
Control del fuego
Nunca deje encendidas velas o la chimenea cuando no haya nadie en casa.
Fumar siempre es malo
El tabaco es un peligro para la salud, pero también está detrás del origen de incendios domésticos. Las razones más habituales es quedarnos dormidos mientras fumamos en la cama y tirar a la basura el cenicero con alguna colilla que aún no estaba apagada del todo.
Reino Unido, Francia, Alemania, Noruega, Suecia o Dinamarca son algunos de los países de nuestro entorno en los que la instalación de detectores de humo en las viviendas es obligatoria. Del mismo modo, los muebles, suelos o telas, han que tener unas características de ignifugación para evitar o retrasar la propagación de las llamas.
Los expertos apelan a la concienciación de las comunidades de propietarios y les invitan a implementar medidas que protejan mejor a los edificios en caso de declararse un incendio. Por ejemplo, incluir materiales resistentes a las llamas en los frontales y cubiertas de los edificios aprovechando obras de rehabilitación.
Los profesionales en extinción de incendios solicitan que se introduzcan cambios legislativos que aumenten las medidas de seguridad. Además de los detectores de humo, los expertos aconsejan tener un extintor, una manta ignífuga o una red de rociadores automáticos en el hogar que permita evitar que un incendio se propague. Estos equipamientos son todavía más necesarios en las viviendas en las que viven niños, ancianos o personas con movilidad reducida.